La relevancia que han cogido en los medios de comunicación los pensionistas ha hecho que se nos plantee este colectivo como un perfil homogéneo de personas. Sin embargo, la realidad es muy distinta.
Al mirar los datos que ofrece la Seguridad Social se observa la enorme diversidad que hay dentro. En total, a datos de octubre de 2019, el número de pensiones para la jubilación fue de 6.064.093 de las cuales 4.327.591 eran en Régimen General. Más de la mitad de este colectivo cobra una pensión de menos de 1.000 euros anuales y, en cambio, hay una concentración de casi 260.000 personas que cobran una pensión de 2.659 euros mensuales.
Como vemos, dada la heterogeneidad del perfil del pensionista, éste debe buscar un plan de pensiones adecuado para sus circunstancias concretas, más allá de las prestaciones que el sistema de pensiones público da y debe seguir prestando en el futuro.
En Finanbest, contamos con dos tipos de planes de pensiones que se ajustan a las necesidades de nuestros clientes. En ello juega un papel crucial el peso que tienen los ETFs (exchange-traded fund) en ellos. Sobre la simbiosis entre planes de pensiones y fondos cotizados nos vamos a centrar en esta entrada.
Recordatorio de que son los ETFs
Los ETFs o fondos cotizados son una cesta de activos financieros que cotizan en los mercados bursátiles, reproduciendo las fluctuaciones del precio de los activos que lo componen. La rentabilidad global del ETF dependerá de la evolución conjunta de sus activos integrantes, así como del mayor o menor peso que cada uno de ellos tenga dentro de él.
Los ETFs se pueden comprar y vender a lo largo de una jornada bursátil todas las veces que sea necesario, al igual que se puede hacer con las acciones de una empresa. Eso sí, aunque el ETF tiene un valor liquidativo pautado por los movimientos de la oferta y la demanda de los mercados financieros, el valor real de un ETF solo se conoce al cierre de las sesiones bursátiles. Los fondos cotizados son, por tanto, un producto de renta variable intermedio entre las acciones empresariales y los fondos de inversión.
Entre las ventajas de los ETFs podemos señalar su mejor combinación rentabilidad/riesgo por su diversificación. Otra es la transparencia de este producto (conociendo su composición puedes prever fácilmente cual será su evolución) y la flexibilidad de poder y comprar estos productos fácilmente en los mercados.
Dentro de sus inconvenientes, se encuentran que –aunque bajas- hay que pagar comisiones por invertir en estos productos: por suscribirlos, comprarlos o venderlos en los mercados bursátiles y reembolsarlos. Además, esas comisiones no suelen ser más bajas que las de otros productos de inversión comparables.
¿Por qué casan tan bien los ETFs con los planes de pensiones?
Una de las principales razones por las que los ETFs están tan presentes en los planes de pensiones y no en nuestras carteras de inversión por la fiscalidad.
Los fondos de inversión pueden traspasarse sin tributar por las plusvalías, pero los ETFs deben reembolsarse para volver a suscribirlos. Todo esto supondría un importante problema al cliente, pues cada vez que hubiera que rebalancear la cartera (modificar la composición de la cartera buscando reequilibrar el peso de cada tipo de activo para alcanzar la combinación óptima de rentabilidad/riesgo), el cliente tendría que pagar al carga impositiva correspondiente. Sin embargo, los planes de pensiones, por sus características como vehículo de ahorro, no tienen este tipo de problemas. Por eso, los planes de pensiones sí invierten en ETFs, pues son capaces de sacar el mayor jugo a este tipo de productos pero sin verse afectados por sus inconvenientes fiscales.
Finanbest cuenta con un amplio abanico de ETFs que cubren la práctica totalidad de los mercados internacionales, de ahí que en nuestros planes de pensiones podamos ofrecer un producto a un coste muy competitivo y con una gran rentabilidad.