Los fondos de inversión y los planes de pensiones son dos de los vehículos de inversión más utilizados. Si has empezado a planear tu jubilación o simplemente si quieres empezar a invertir para hacer crecer tus ahorros, es posible que te preguntes cuál de los dos te interesa más.
En este artículo te explicaremos en qué consiste cada uno de ellos y analizaremos los factores claves que debes tener en cuenta para decidir cuál de los dos es el que más te conviene.
¿Qué es un fondo de inversión?
Un fondo de inversión es una Institución de Inversión Colectiva, es decir, un producto financiero que aúna el ahorro de una multitud de inversores con el objetivo de invertirlo de forma conjunta y de obtener una amplia rentabilidad, en función de unos determinados parámetros de riesgo y de la política de inversión del propio fondo.
Al invertir de manera colectiva y de la mano de un gestor profesional, la diversificación de la cartera es muy amplia y el inversor puede beneficiarse de las ventajas de las economías de escala.
¿Qué es un plan de pensiones?
Un plan de pensiones, mientras tanto, es un producto de ahorro a largo plazo diseñado especialmente para planificar la jubilación. Los partícipes realizan una serie de aportaciones al plan y los gestores se encargan de maximizar su rentabilidad de acuerdo a la política previamente establecida.
En la práctica, el objetivo de un plan de pensiones es el mismo que el de un fondo: rentabilizar el dinero de los ahorradores. Sin embargo, presenta una serie de ventajas e inconvenientes frente a este que merece la pena tener en consideración. Su principal atractivo son sus ventajas fiscales. Por contra, su liquidez es muy reducida.
¿Cuál me interesa más?
Estos son los principales factores que debes tener en cuenta para decidir cuál te conviene más:
1. Liquidez.
Los fondos de inversión son productos muy líquidos. Si en algún momento necesitas el dinero, solo tienes que solicitar un reembolso y en unos días lo tendrás disponible en tu cuenta corriente. Los planes de pensiones, mientras tanto, tienen una liquidez muy ajustada y sólo podrás rescatarlos en el momento de la jubilación o si se cumplen una serie de circunstancias muy concretas (invalidez, desempleo de larga duración…).
Por tanto, si crees que puedes necesitar tu dinero en cualquier momento o si no tienes claro cuál es tu horizonte temporal, quizás los fondos de inversión serían una mejor opción de inversión para ti.
2. Fiscalidad.
La gran baza con la que cuentan los planes de pensiones en la actualidad es su ventajosa fiscalidad, ya que disfrutan de desgravaciones fiscales que permiten ahorrar mucho dinero en la declaración de la renta. Tanto es así que muchos inversores los contratan con el objetivo único de ahorrar en el pago de impuestos.
Sin embargo, también debes tener en cuenta que tributan como base imponible general por el total reembolsado (aportaciones y plusvalías) y que se consideran rentas del ahorro y no del capital, por lo que en el momento del rescate tendrás que valorar todas las opciones disponibles para optimizar el pago de impuestos.
3. Importe invertido.
En un fondo de inversión puedes invertir todo el dinero que quieras, sin límites. Sin embargo, en los planes de pensiones la aportación máxima anual está limitada a 2.000 euros. Una vez que alcances ese máximo no podrás hacer más aportaciones a tu plan. Por esta razón, muchos inversores contratan planes de pensiones como complemento a su inversión en fondos.
Conclusiones
En resumen, los fondos de inversión y los planes de pensiones son dos productos muy interesantes para rentabilizar los ahorros invirtiendo de forma diversificada y adaptada al nivel de riesgo de cada persona.
Elegir entre uno y otro no es una tarea sencilla. Además de los factores mencionados habría que tener en cuenta los objetivos del inversor, su estrategia inversora, su horizonte temporal, los costes de cada producto, su rentabilidad prevista…
¿Hacia dónde se inclina tu balanza?