Los fondos de inversión posibilitan diversificar nuestro ahorro, acceder a activos en los que no podemos invertir de manera particular y a una gestión activa de calidad. Son productos líquidos, de modo que podemos reembolsarlos cuando consideremos. Además, los beneficios fiscales de los fondos de inversión son una interesante ventaja.
A continuación, revisamos cuáles son los beneficios fiscales de los fondos de inversión:
Beneficios fiscales de los fondos de inversión
Tributación solo por reembolso
Los fondos de inversión, en cuanto al IRPF, forman parte de las ganancias y pérdidas patrimoniales. Al producirse el reembolso se tributará en la base del ahorro según el tipo asociado a la ganancia obtenida que, aunque no es igual en todas las comunidades, de forma general corresponde con:
- Primeros 6.000 euros: tipo de un 19%.
- Por los siguientes 18.000 euros: tipo de un 21%.
- Por el resto: tipo del 23%.
Por tanto, tenemos que incluir el capital obtenido con la inversión en fondos en nuestra declaración de la renta, pero solo cuando lo hemos retirado del fondo. Si, por ejemplo, nuestro fondo acumula una subida del 60% en 2018 y conservamos nuestras participaciones no habrá que tributar por ella.
Ese es uno de los beneficios fiscales de los fondos de inversión más relevantes, pues significa que mientras lo mantenemos como ahorro, sin vender las participaciones, no tendremos que tributar en absoluto.
Y tampoco hay que tributar en caso de re-invertir en un fondo de inversión a otro. De modo que el traspaso del dinero invertido de uno a otro fondo está exento de tributar por ello. Esto es otro beneficio pues nos permite aprovechar el interés compuesto o acumulado y ahorrar un 19% de las ganancias al menos, que de otro modo habría que pagar a Hacienda.
Pago por la plusvalía o minusvalía y no por todo el dinero reembolsado
Por otro lado, al reembolsar el dinero de un fondo de inversión, no todo se considera ganancia. Tendremos que tributar por la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Así se pagará por la plusvalía (o minusvalía) patrimonial proporcional al dinero retirado.
Para calcular esta ganancia se emplea el sistema FIFO (First in, first out), de modo que se considera que en primer lugar se vende la participación más antigua.
Compensación de ganancias y pérdidas
Otro de los beneficios fiscales de los fondos de inversión es que, en caso de pérdidas, éstas pueden compensar otras ganancias patrimoniales. Y pueden hacerlo, no solo en la declaración de la renta del ejercicio sino también durante los cuatro años siguientes.
Al heredar
Existe otra ventaja que se suele denominar «plusvalía del muerto». Esta implica que tras fallecer el contratante de un fondo de inversión, si este presenta plusvalías se incluirán en la masa de herencia, de modo que el heredero pagará solo lo correspondiente al impuesto de sucesiones.
Ya no importa cuándo se ha obtenido la ganancia
Hace unos años, cuando las ganancias patrimoniales se habían obtenido en un periodo inferior a un año, se tributaba integrándose en la base imponible a un tipo entre 24,75% y 52% . Sin embargo, tras la reforma fiscal ya no existe esa distinción temporal y todas las ganancias independientemente del momento en que han tenido lugar se integrarán en la base del ahorro.
Deducciones aplicables
Existen dos tipos de deducciones aplicables cuando tributamos en fondos de inversión. Estos son los costes asociados a la adquisición y los gastos vinculados a la venta de participaciones. Ese dinero adicional que hayas empleado al adquirir o al vender tus participaciones es deducible en tu declaración.
Según hemos visto, los beneficios fiscales de los fondos de inversión son muchos y constituyen un motivo más para sacar partido a nuestros ahorros.
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