Una recesión se produce cuando la actividad económica de un país decrece, es decir, cuando su producto interior bruto disminuye, durante al menos dos trimestres consecutivos. La última recesión que vivimos en España fue en 2011, cuando en plena crisis sobre la viabilidad del euro el PIB cayó durante 11 trimestres seguidos.
En la actualidad, la crisis sanitaria y económica provocada por el Covid-19 aún no puede considerarse una recesión. Aunque el PIB se contrajo un 5,2% en el primer trimestre de 2020, el INE aún no ha publicado el dato del segundo trimestre del año. No obstante, nadie duda de que ese segundo trimestre la caída será incluso peor que la del trimestre anterior.
Por tanto, en un ejercicio de responsabilidad individual, lo mejor que podemos hacer es prepararnos para una más que probable recesión económica en España. En este artículo te damos 5 consejos para sobrevivir a una crisis que se avecina. Deberías empezar a ponerlos en práctica hoy mismo.
Cómo sobrevivir a una recesión económica
#1. No te endeudes.
El mejor consejo que te podemos dar es que mantengas las deudas lo más lejos que puedas. Con total seguridad, las deudas son el peor enemigo de una economía doméstica, ya que representan un gasto fijo que devorará, a cambio de nada, un porcentaje mensual de los ingresos.
Por tanto, por muy bajo que te resulte el tipo de interés de un préstamo al consumo o por muy atractivo que en un momento dado te parezca el pago con tarjeta de crédito, no caigas en la trampa. Hoy en día es muy fácil y rápido contraer una deuda. Bastan algunos clics desde el ordenador (o desde el móvil) para aceptar un préstamo preconcedido que podría poner en jaque tus finanzas personales del futuro.
En momentos de incertidumbre económica como este, es mejor tener un balance libre de pasivos, o, al menos, con el menor volumen posible. De hecho, si tus cuentas están saneadas y te lo puedes permitir, no sería mala idea que amortices poco a poco algunas de tus préstamos actuales. Cuánto menos pese tu mochila de gastos fijos, mucho mejor, lo que nos lleva al siguiente consejo.
#2. Reduce tus gastos no imprescindibles.
El ahorro de los hogares españoles se ha disparado en los últimos meses a causa del confinamiento. Encerrados en casa y sin posibilidad de comer en restaurantes, de pasar la tarde en el centro comercial o de hacer una escapada de fin de semana con los amigos, casi todo el mundo ha conseguido reducir sus gastos y aumentar su tasa de ahorro.
Si quieres afrontar con garantías la recesión económica que se avecina, también deberías mantener a dieta tus gastos durante los próximos meses. La vía rápida para conseguirlo consiste en reducir (o incluso eliminar) todos aquellos gastos que no sean imprescindibles para ti. Por ejemplo, el gimnasio, la tele de pago, la compras de ropa no necesaria, los gastos hormiga, algunas compras online…
Cuántos menos gastos tengas que afrontar, menos cantidad de dinero necesitarás para llegar a final de mes con garantías. Por tanto, si tus ingresos se viesen reducidos a causa de la recesión, no tendrías problemas en mantener tu nivel de vida.
#3. Incrementa tu fondo de emergencia.
Las crisis se llevan mejor si tienes una buena cantidad de dinero ahorrado bajo tu almohada. Por eso, el siguiente consejo que te damos es que aumentes tu fondo de emergencia. Cuanto mayor sea tu colchón para imprevistos, más seguridad financiera tendrás y menos te afectarán las crisis económicas.
La mayoría de los expertos coinciden en que un fondo de emergencia debe cubrir entre tres y seis meses de tus gastos totales. Sin embargo, ante una probable reducción de ingresos o una hipotética pérdida del empleo, un fondo un poco más amplio, quizás de 9 o 12 meses, como mínimo, te aportará un plus de seguridad.
Lo importante es que tú te sientas cómodo con la cantidad. Y si crees que para dormir a pierna suelta por las noches necesitas tener liquidez para cubrir tus gastos durante 18 o 24 meses, adelante. En momentos de recesión, la tranquilidad no está pagada, y es incluso más importante que la rentabilidad.
#4. Busca ingresos extras.
Llegamos al que quizás sea el consejo más difícil de llevar a la práctica: diversificar tus fuentes de ingresos. Cuánto más variados sean tus ingresos, más diversificados estarán y menor será la probabilidad de que te quedes a cero cuando lleguen las vacas flacas.
Porque piénsalo fríamente, si solo tienes un trabajo por cuenta ajena y este se ve afectado por la crisis, podrías verte en el paro y sin ingresos de un día para otro. Sin embargo, si en lugar de tener una única fuente de ingresos tienes varias, la probabilidad de que todas se vean afectadas por la crisis es menor. Quizás pierdas una, pero será difícil que pierdas todas.
En un mundo tan digitalizado como el actual, no pierdes nada por buscar oportunidades con las que conseguir ingresos adicionales. Por ejemplo, vendiendo manualidades, ofreciendo tus servicios, haciendo trabajos de freelance, etc.
#5. Mantén tu plan de inversión a largo plazo.
Si eres un inversor a largo plazo, deberías mantenerte firme en tu plan. Si, por ejemplo, solías hacer aportaciones periódicas a principios de mes, sigue haciéndolas mientras dure la recesión (siempre y cuando te resulte posible y no tengas problemas económicos a corto plazo, claro).
Piensa que una vez que tengas cubiertas tus espaldas con un buen fondo de emergencia, no hay razones para aumentar la liquidez por encima de ese nivel que has considerado adecuado. La bolsa siempre ha sido y seguirá siendo el mejor lugar para el dinero que no vayas a necesitar de forma inmediata.
Recuerda que durante las crisis económicas se producen grandes caídas bursátiles. Si eres joven, una etapa bajista será lo más parecido a un regalo caído del cielo que vas a tener jamás, ya que podrás comprar activos a precios de saldo y con un potencial de revalorización enorme. Por tanto, no lo dudes y mantén tu plan de inversión a largo plazo mientra dure la tormenta.